viernes, 15 de noviembre de 2024

Ejemplo de una flor en general / Joaquín Giannuzzi

 





Amaneció húmeda y violácea
con vestigios fríos de la noche
Hundido en el centro
el núcleo dorado ofrecía su semen
al viento y las avispas Engendradas
por el tallo articulado
con rocío en los bordes aserrados
las hojas se alzaban hacia la reina.
El conjunto se complacía
en una religión voluptuosa.
Osciló en el viento una coreografía
Circular. Frente a la escena nadie
hubiera necesitado un pensamiento
para definir la belleza.




viernes, 8 de noviembre de 2024

Peregrinaje / Alejandra Pizarnik

 





                                                             A Elizabeth Azcona Cranwell

Llamé, llamé como la náufraga dichosa
a las olas verdugas
que conocen el verdadero nombre
de la muerte.

He llamado al viento,
le confié mi deseo de ser.

Pero un pájaro muerto
vuela hacia la desesperanza
en medio de la música
cuando brujas y flores
cortan la mano de la bruma.
Un pájaro muerto llamado azul.

No es la soledad con alas,
es el silencio de la prisionera,
es la mudez de pájaros y viento,
es el mundo enojado con mi risa
o los guardianes del infierno
rompiendo mis cartas.

He llamado, he llamado.
He llamado hacia nunca.



viernes, 1 de noviembre de 2024

He encontrado el secreto de tus ojos / Aldo Pellegrini

 






Mírame
busco en el fondo del pozo la cantárida dorada
y para salvar a la noche asesino a los noctámbulos
mírame hasta el agotamiento de las fuentes
donde el temblor se deshace
en la inmovilidad de tus ojos
¿desde qué día señalado por la ausencia de horas
has dejado de crecer en la noche?
el amor es una forma de la maduración de los ríos
es un pasatiempo vertiginoso al borde del abismo
y tú has comenzado a caminar por la cuerda de mis sueños
a embellecer la muerte de los pasos.
 
Para que sólo tu luz me ilumine
ordena que hoy sea el último día
ordena que se derrumben las alturas
arranca la blanca mancha del sol
de otros ojos extraños que pasan.
 
Mírame
mírame en la luz de un universo sin mundos
en la luz de esa aurora feroz
mírame con tus dientes
y a través de la espuma
de océanos interminables que nos acechan.






viernes, 18 de octubre de 2024

Fábricas del amor / Juan Gelman

 


                                          




I

Y construí tu rostro.
Con adivinaciones del amor, construía tu rostro
en los lejanos patios de la infancia.
Albañil con vergüenza,
yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,
para darte la voz,
para poner dulzura en tu saliva.
Cuantas veces temblé
apenas si cubierto por la luz del verano
mientras te describía por mi sangre.
Pura mía
estás hecha de cuántas estaciones
y tu gracia desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de besos contra la soledad
hunde tus pasos en el polvo.
Yo te oficié, te recité por los caminos,
escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra
te hice un sitio en mi lecho,
te amé, estela invisible, noche a noche.
Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
antes de oír un solo sonido de tu alma.




viernes, 11 de octubre de 2024

Resurrección / Roberto Bolaño

 




La poesía entra en el sueño
como un buzo en el lago.
La poesía, más valiente que nadie,
entra y cae
a plomo
en un lago infinito como Loch Ness
o turbio e infausto como el lago Batalón.
Contempladla desde el fondo:
un buzo
inocente
envuelto en las plumas
de la voluntad.
La poesía entra en el sueño
como un buzo muerto
en el ojo de Dios.



viernes, 4 de octubre de 2024

Mediodía / Idea Vilariño

 




Transparentes los aires, transparentes
la hoz de la mañana,
los blancos montes tibios, los gestos de las olas,
todo ese mar, todo ese mar que cumple
su profunda tarea,
el mar ensimismado,
el mar, a esa hora de miel en que el instinto
zumba como una abeja somnolienta...
Sol, amor, azucenas dilatadas, marinas,
ramas rubias sensibles y tiernas como cuerpos,
vastas arenas pálidas.
Transparentes los aires, transparentes
las voces, el silencio.
A orillas del amor, del mar, de la mañana,
en la arena caliente, temblante de blancura,
cada uno es un fruto madurando su muerte.



viernes, 27 de septiembre de 2024

La ciega belleza sin consuelo / Enrique Molina

 




Vuelve del sueño la lluvia pegajosa
que sostiene su peso sobre las almas,
agua lenta, dormida, inmensa, vacilante,
aún niña, con antiguas flores
cuya pared se ha rajado
para dejarla ir, lejos, donde vaya.
Risas de la extranjera de las barcas, la plata
de sus rodillas con sal, la casi inexistente
bombacha de encaje negro, la partida
del tren azotado en el humo
de los brebajes y los fuertes adioses
hasta el horizonte húmedo de su boca,
hasta perderse el torbellino, la música
desequilibrada por las olas y el viento
de la memoria. En la torre del mercado
la gorda vendedora de sandías con un pañuelo
rojo en la cabeza, y las hojas
empezaron a volar otra vez para siempre
entre los dientes amarillos del tiempo,desde tales lugares y su gloria
que sostuvieron sus pechos, donde la lluvia
tendió de nuevo el anillo insondable
para la ceremonia. Y todo lo perdido
es adorable y espléndido, el resplandor
de Dios en la cáscara del camarón y la piedra,
los soles pasionales, la ciega
belleza sin consuelo del mundo.