XXXVII
Como una gran mancha de fuego sucio
el sol puesto se desmorona en las nubes que quedan,
un silbido vago viene de lejos en la tarde muy calma.
Debe ser un tren distante.
En eso me entra una vaga saudade
y un vago deseo plácido
que aparece y desaparece.
También, a veces, a flor de los arroyos,
se forman burbujan en el agua
que nacen y se disuelven
y no tienen ningún sentido
salvo el de ser burbujas de agua
que nacen y se disuelven.
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