En Buenos
Aires
las mujeres se saben de memoria
la palabra tequiero,
saben cómo viajar hasta un hotel
o hasta un adiós
deambulando por todas las caricias,
saben cómo hacer para que un hombre
no las eche de menos
y también cómo inventarle lágrimas al día
Las
mujeres de Buenos Aires
se saben de memoria los besos,
las cosas del amor
A veces sin embargo se las oye llorar,
en el café La Paz, el Ramos, La Giralda,
sin ir más lejos ayer la vi a Cristina,
estaba tirada contra un vidrio
contando la garúa
y
afuera no llovía.
las mujeres se saben de memoria
la palabra tequiero,
saben cómo viajar hasta un hotel
o hasta un adiós
deambulando por todas las caricias,
saben cómo hacer para que un hombre
no las eche de menos
y también cómo inventarle lágrimas al día
se saben de memoria los besos,
las cosas del amor
A veces sin embargo se las oye llorar,
en el café La Paz, el Ramos, La Giralda,
sin ir más lejos ayer la vi a Cristina,
estaba tirada contra un vidrio
contando la garúa
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