viernes, 28 de abril de 2023

Ella se hizo levantar un palacio / Paul Éluard

 




 

Un bosque de nubes una rotonda solar
un navío cargado de paja sobre un torrente de cuarzo
una pequeña sombra que se me adelanta
una mujer más pequeña que yo
cuyo peso es mayor en la balanza de los pigmeos
que el de un cuello de golondrina en el viento contrario
que el de la fuente de ojo incierto en la marea creciente
Un día lejano el horizonte resucita
y muestra el día naciente el día sin final
el techo se desploma para dejar entrar el paisaje
andrajos de los muros parecidos a danzas en desuso
el fin desagradable de un duelo a muerte donde nacen
              retiradas y bujías
el envío a la tumba donde se matan los piojos
reír a destellos una paleta que se constituye
el color quema etapas
corre de encantamientos en deslumbramientos
muestra a los glaciares azules  los rastros de la sangre
El viento grita al pasar rueda sobre sus orejas
el cielo centelleante juega  en un circo verde
en un lago sonoro de insectos
el vaso del valle está lleno de un fuego límpido y dulce
como un pulmón
busquen la tierra
busquen los caminos y los pozos las largas venas subterráneas
los huesos de aquellos que no son mis semejantes
y a quienes nadie quiere ya
y no puedo adivinar las raíces
la claridad me sostiene
Busquen la noche
se está bien como en un lecho
ardiente la más bella de las adoratrices
se prosterna ante las estatuas dormidas de su amante
ella no sabe que duerme
la vida juega la sombra la tierra entera
cada vez se está mejor noche y día
la más bella de las amantes
ofrece sus manos abiertas
por las que viene de lejos
del fin del mundo de sus sueños
por escaleras de escalofríos y de lunas al galope
a través de las asfixias de la jungla
de las tormentas inmóviles
de las fronteras de cicuta
de la noches amargas
de las aguas lívidas y desiertas
a través de los óxidos mentales
y de las murallas del insomnio
temblorosa muchachita con sienes  de enamorada
donde los dedos de los besos se apoyan contra el corazón
           de lo alto
contra una cepa de ternura
contra la barca de los pájaros
la fidelidad infinita
en su cabeza giran las horas seguras del mañana
sobre su frente las caricias ponen en claro todos los misterios
de sus cabellos
del vestido rizado de sus sueños
los recuerdos van a escaparse
hacia el porvenir esa ventana desnuda
Una pequeña sombra que se me adelanta
una sombra en el día.




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