viernes, 18 de junio de 2021

La selva liviana / Francisco Madariaga


                                       
                            



1

El sonido de un tren que se ahoga en la catarata
de las hojas.
Al fondo de la selva liviana y los cocoteros se hunde
el nivel de llanto,
el peso entero de los sueños.
Peso entero del saco de perfume de la gracia.
Estoy entre la espada del paisaje y el ladrillo caliente
del olvido,
viajando con un ardor de joya y sangre.
Escuchando el aullido de mi candor: mi nueva fiesta.


2

A paladas, silbatos.
El tren se encierra en sí al borde de los esteros nocturnos.
Su polvo ciudadano tiene miedo a la gran humedad
de la tierra,
al aire cálidamente eléctrico,
a los cisnes del negro vapor nocturno de la herida del mundo.




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