viernes, 2 de octubre de 2020

Lamento de una viuda en primavera / William Carlos Williams

 





La tristeza es mi propio terreno
donde la hierba buena
flamea como frecuentemente
flameó antes aunque no
con el fuego frío
que este año me rodea más de cerca.
Viví treinta y cinco
años con mi esposo.
Hoy el ciruelo está blanco
con montones de flores.
Montones de flores
cargan las ramas del cerezo
y pintan algunos arbustos
de amarillo y otros de rojo
pero la pena en mi corazón
es más fuerte que ellas
porque si antes fueron
mi alegría, hoy apenas las percibo
doy la vuelta queriendo olvidar.
Hoy mi hijo me contó
que en las praderas
hacia el límite del bosque espeso
a lo lejos, vio
árboles de flores blancas.
Siento que me gustaría
ir allí
y caer entre esas flores
y hundirme en el pantano junto a ellas.





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