viernes, 31 de enero de 2020

Las noches y el insomnio / Adrián Desiderato






En las noches rotas, apedreadas,
cuando la ausencia me despierta a deshora
y el espejo multiplica por dos la soledad,
me calzo los zapatos, las manos, el destino,
dejo que los recuerdos me calienten por dentro
y salgo a caminar por el insomnio.
A través del silencio cruza un niño
cargando un hombre asesinado.
¡Entonces corro a la ventana
y quiero abrir el alba!
Tras el cristal se clava una lechuza,
Tiene unos ojos largos, agudo como el hielo.
El poema entiende su abandono
y cae exhausto.

En esas noches lastimadas
me desgarro de furias
y acudo en busca de tu piel
a mendigar un grito de perfume,
un céntimo de labios,
esta ternura que no quiere morir.
Revuelvo toda la memoria,
maldigo, clamo, ruego,
me aventuro en tu carne
y es como violar una estrella,
soplar contra un espejo,
abofetear un ángel.
                                    Sucede
que al entrar en tu piel
me siento como una nube contra el sol,
como un intruso,
como un hombre manchado por los sueños.




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