viernes, 4 de enero de 2019

La palabra / Pierre Reverdy






Si la luz se apaga, te quedas solo frente a la noche. Y tus
ojos abiertos te iluminan.
Del jardín, suben ruidos que no escuchas. Desde el moho
de las hojas y las ramas, el agua corre hasta la mañana, y
cambia de voz. Y de pronto piensas en el retrato blanco
que la ventana enmarca. Pero nadie pasa ni mira. Ni tampoco
el viento viene a turbar los árboles, a animar esta inmovilidad
          y este silencio donde tu espíritu herido se levanta y da vueltas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario