Estoy
sentado en el medio de la noche
que
sube desde el campo hasta el espacio
diáfano
del universo.
Y
como una asamblea de diamantes
en
mí convergen las constelaciones,
como
una palacio de mármol
donde
se guardan el destino y el tiempo.
Por
ellas elegido
debo
en la noche abandonar mis miembros
y
contestar, oh contestar, sin nada
más
que el dolor; y nada más entiendo!
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