yo, a los cuarenta años y los Estados Unidos a los ochenta y tres,
al hombre que viva a un siglo de aquí, o dentro de cualquier número de centurias,
a ti, que no has nacido aún, te dirijo estos cantos.
Cuando leas esto, yo que ahora soy visible, me habré vuelto invisible,
entonces tú serás compacto, visible, y realizarás mis poemas, volviéndote hacia mí,
imaginando cuán dichoso sería yo si pudiese estar contigo y ser tu camarada:
haz como si yo estuviera contigo. (No lo dudes mucho, porque yo estoy ahora contigo.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario