Persiste la sombra
Suena el recuerdo,
caja musical
matando la noche.
Yo,
bailarina de la
nada,
imito la oscuridad.
Escribe nostalgia
La noche
con su lámpara de
petróleo
ilumina el corazón
decapitado del poeta.
Un adiós como
garfios
le amarra la
garganta.
Una pena exacta
más exacta que
cualquier verso
le aguijonea los
ojos.
Sobre el papel
brillante como
guillotina
el poeta se ha
quedado
con el alma en
blanco
sin corazón y sin
palabras.
No hay metáfora
para un dolor
tallado a cuchillo.
Recurso de amparo
No puedo aturdir al tiempo:
sigue sonando hasta el fin
en la caja musical de la tristeza.
No sé si la vida es algo
más que ésta larga peregrinación entre pantanos.
No puedo resguardarme en la noche
ni en
un pájaro apuñalado
en los abismos de la
lluvia.
No es en la pieza de
ajedrez
donde debo esconder
la jugada que
siempre faltó en mi vida.
Mi salvación no está
en tu voz que ya no existe
ni en tu recuerdo
que llevo como un animal encadenado.
Mi redención está aquí
en las lágrimas
de una lámpara que llora sobre el papel.
Aquí
tal vez
en mi poema.
Muchas gracias, queridísimo Javier, por haber tenido en cuenta estos pequeños poemas. ¡Un gran abrazo!
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