viernes, 12 de julio de 2013

Los días / Paulina Vinderman





Y no nos preguntamos qué es el amor,
no hablarnos de amor.
Mojamos el pan viejo en el café
y estirarnos un dedo vagamente hacia la dulzura
del aire.

Un torso -dice él. Una empuñadura-
digo,
y una sonrisa leve toma el sitio del medio
en la mesa de trabajo.

No, no hablamos de amor.
Pero cuando se enciende la primera luz
y nos miramos a través de la naranja
abierta en dos,
sabemos que es posible vivir
arrojando cintas sueltas al aire como
hojas de invierno.

Un hombre, una mujer,
cómplices en la medialuna de los días,
una de las coordenadas del mundo.

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